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La melatonina desempeña un papel vital en funciones esenciales como el mantenimiento de la salud cardiovascular, la regulación de los ciclos de sueño y vigilia, y la gestión de los niveles de azúcar en sangre. Es conocida por su capacidad para mitigar el estrés inflamatorio. Sin embargo, un exceso en su consumo o el uso incorrecto puede provocar somnolencia y mareos diurnos, ya que la circulación sanguínea durante el día podría verse afectada. La exposición a la luz al despertarse es crucial. Este tipo específico de melatonina, que combina liberación rápida y prolongada, supera a otros suplementos por sus altas dosis. Proporciona un descanso más placentero sin efectos adversos. Sin embargo, se debe tener precaución con los agentes que promueven la relajación. Beneficios: Sueño constante y prolongado durante la noche. Reducción del tiempo necesario para conciliar el sueño. Sueño más profundo y de calidad. Extensión de las horas de descanso. Propiedades antioxidantes. Ajuste de los ritmos circadianos. Protección neuronal. Posible alivio del estrés y defensa contra el aumento de peso y problemas metabólicos. Precauciones: Consultar con un médico si está en tratamiento con medicamentos, especialmente anticoagulantes o antiepilépticos. Ante cualquier condición médica diagnosticada, busque el consejo de un profesional de la salud. Las personas mayores pueden experimentar una metabolización lenta del producto. Aquellos con resistencia a la insulina deberían consumirlo algunas horas después de cenar. Uso recomendado: Ingerir 1,8 mg (1 cápsula) de melatonina unos 40 minutos antes de dormir, preferentemente un par de horas después de cenar.  

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